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jueves, 2 de septiembre de 2021

MI CARTA DOS MIL TRESCIENTOS VEINTISIETE A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2327.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, cada día que pasa me arrepiento mas de todas las equivocaciones cometidas en mi pasado. Y quiero enumerarlas en esta carta las que pueda recordar y también las que he olvidado para suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por cada una de ellas. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por los episodios de desobediencia que tuve con esos maravillosos padres que tu mi Diosito adorado me diste para amar en este mundo y que yo no supe valorar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por la vez que me fui de paseo hasta un pueblo lejos de mi casa, en donde no pude regresar ese mismo día hasta mi casa ni tampoco pude avisar. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por esas horas de angustia que les provoqué a mis padres ese día. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por las innumerables ocasiones en las que llegue tarde a mi casa y les provoque enojo a mis padres. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por las veces que les conteste mal a mis padres y por sobre todas las cosas, te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por haberme alejado de ellos durante tanto tiempo porque creía que no me querían y que les daban mas amor y cuidados a mis otros hermanos y hermanas que a mí. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por todos esos años en los que albergué rencor en mi corazón hacia mis padres porque equivocadamente pensaba que no me querían. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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