Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2349.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN,
POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMAD HIJA
TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarme la luz de un nuevo día, gracias por
todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con una
de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por enseñarme
a vivir, por enseñarme a pensar, por enseñarme a hablar, por enseñarme a actuar,
gracias por enseñarme hasta comer. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por
mostrarme cada día cuales son las consecuencias de comer lo que no debo y porque,
aunque me siento mal a causa de mis equivocaciones, tu siempre vienes en mi
auxilio y me haces sentir mejor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial.
Dios de mi cielo,
gracias por todo lo que me das, porque al irme a la cama cada noche, tú estás
pendiente de todos mis padecimientos para ayudarme a resolverlos, porque al
dormir tú velas mis sueños y me proteges durante mis pesadillas, porque me
permites despertar al día siguiente y me ayudas para que el nuevo día que me
regalas este lleno de cosas maravillosas. Te agradezco todas estas cosas por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
yo te agradezco con todo mi corazón por permitirme ayudar a otros con los recursos
que tu me regalas. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi vida,
gracias porque todas las cosas buenas que me das, también se las das a todos nosotros
tus hijos alrededor del universo entero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo
te agradezco con todo mi corazón por tanto amor, nunca me cansare de decirte
gracias porque ese tu inmenso amor es el oxigeno de mi vida, la real razón de
mi existencia. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Antes de terminar esta carta quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me ayudes en el proceso de cambiar y erradicar de mi vida los
alimentos que me hacen daño. Que me muestres cuales son esos alimentos y que me
ayudes a mantenerme lejos de ellos. Te lo suplico por tu inmenso amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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