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viernes, 24 de septiembre de 2021

MI CARTA DOS MIL TRESCIENTOS CUARENTA Y NUEVE A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2349.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMAD HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarme la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón por enseñarme a vivir, por enseñarme a pensar, por enseñarme a hablar, por enseñarme a actuar, gracias por enseñarme hasta comer. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por mostrarme cada día cuales son las consecuencias de comer lo que no debo y porque, aunque me siento mal a causa de mis equivocaciones, tu siempre vienes en mi auxilio y me haces sentir mejor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por todo lo que me das, porque al irme a la cama cada noche, tú estás pendiente de todos mis padecimientos para ayudarme a resolverlos, porque al dormir tú velas mis sueños y me proteges durante mis pesadillas, porque me permites despertar al día siguiente y me ayudas para que el nuevo día que me regalas este lleno de cosas maravillosas. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con todo mi corazón por permitirme ayudar a otros con los recursos que tu me regalas. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, gracias porque todas las cosas buenas que me das, también se las das a todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por tanto amor, nunca me cansare de decirte gracias porque ese tu inmenso amor es el oxigeno de mi vida, la real razón de mi existencia. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Antes de terminar esta carta quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes en el proceso de cambiar y erradicar de mi vida los alimentos que me hacen daño. Que me muestres cuales son esos alimentos y que me ayudes a mantenerme lejos de ellos. Te lo suplico por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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