PAGINA PRINCIPAL

viernes, 11 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y DOS A DIOS



Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3462.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones, te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, hoy solo tengo una petición para ti y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que esta petición se haga realidad gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, hoy pongo toda mi fe en tus manos para suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor le quites el poder a esa gente mala que aún tiene sobre mi hijo Andrés y le des la claridad a su mente y a su corazón, para que el deje de hablarles en este momento deje de creerles en este momento, se acuerde de mi de quien soy en realidad y de que nunca le hice ningún mal ni permití que ellos le hicieran mal. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor termina con ese poder que aun ellos ejercen sobre mi hijo Andrés. Eso solo puede ser posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

En este momento, poniendo toda mi fe en ti y en tu poder infinito mi amadísimo señor Jesucristo yo te suplico que, en el corazón y la mente de mi hijo Andrés, Que salga el mal y entre el bien, como entró cristo a Jerusalén. Que salga el mal y entre el bien, como entró cristo a Jerusalén. Que salga el mal y entre el bien, como entró cristo a Jerusalén. Que salga el mal y entre el bien, como entró cristo a Jerusalén. Que salga el mal y entre el bien, como entró cristo a Jerusalén. Que salga el mal y entre el bien, como entró cristo a Jerusalén. Que salga el mal y entre el bien, como entró cristo a Jerusalén. Señor Jesucristo en ti confío y a ti me arrimo para que este milagro que ahora te estoy pidiendo sea una hermosa realidad gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

jueves, 10 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y UNO A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3461.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, cada día, todos los días, yo tengo una petición diferente para hacerte. Cada día, todos los días, yo me aferro con fuerza a tus brazos y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no me dejes caer. Tu mi amadísimo señor Jesucristo me has dado tanto amor, me has perdonado tanto, me has salvado siempre y me has tenido tanta paciencia que sé que no merezco pero que te agradezco con todo mi corazón. Gracias Dios por tanto amor.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo a mi hijo Andrés Felipe, su lucha diaria para vencer a esa gente mala que quiere apoderarse de su voluntad y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que su lucha sea exitosa y el le pueda ganar la batalla a esa gente mala gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo a mi hijo Fabián y a la venta de su casa y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que él pueda vender la casa y pueda dividir sus bienes con su excompañera de vida para que todo comience a organizarse con el y con sus hijos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo a mi hija Johana y la terminación de su postgrado y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que ella pueda terminar pronto y exitosamente su maestría, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

miércoles, 9 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS SESENTA A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3460.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, tu eres el único que me levanta cuando caigo, el único que conoce mi corazón a fondo, el único que conoce la realidad de mis sentimientos, de mis emociones, de mis miedos, de todas las cosas por las que paso y que no puedo compartir con ningún ser humano. Gracias a ti mis momentos de dolor pasan y las angustias se van para dar paso a la esperanza. Oh, mi amadísimo señor Jesucristo gracias por existir en mi vida y por darme vida a través de tu existencia.

Dios de mi amor, tú eres el único que ha podido lograr derrotar al mal, el único que ha podido lograr cubrir con tu manto de protección y de amor a mis hijos y a mí, para que la maldad no logre destruirnos. Ahora que gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo he descubierto que hay gente tan supremamente mala en este mundo y que solo tu puedes alejarnos de esa gente, yo te agradezco con todo mi corazón por este inmerecido amor que nos profesas.

Dios de mi cielo, hoy quiero suplicarte de rodillas que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por llorar cuando me faltan cosas materiales, en lugar de estar inmensamente feliz con todos los dones y bendiciones que recibo de tus sagradas manos cada día, todos los días.

Dios de mi corazón, gracias por abrir nuestros ojos a la verdad, nuestra mente al entendimiento y nuestro corazón a tu inmenso amor. Contigo yo lo tengo todo, sin ti yo nada soy. Gracias por extender tu inmenso amor hasta mí, hasta mis hijos, hasta mis animales, hasta todos los seres que me diste para amar en este mundo y hasta todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero.

Yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad por favor mantengas a las almas buenas alejadas del mal que asecha a la humanidad y que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas con tu amor, compañía y protección a toda esa gente mala que hay en el universo para que destruyas esa maldad y la conviertas en bondad por siempre y para siempre. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

martes, 8 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y NUEVE A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3459.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, esta mañana, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, yo me di cuenta de lo que en realidad le pasa a mi hijo, y gracias a ti también pude escribirle a mi hijo y tu lograste que el leyera mis mensajes.

Gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo, hoy entiendo el predicamento por el cual atravesó mi hijo y que aun ahora lo lastima y entiendo perfectamente que tu mi amadísimo Señor Jesucristo has bendecido a mi hijo de tal manera que ni la maldad más cruel puede afectarle. 

Gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Dios mi hijo también entendió quién es el, cuanto amor y protección recibe de tus sagradas manos cada día todos los días y cuanto poder tú le has dado para enfrentarse a los malos, combatirlo y dejarlos atrás.  Oh, mi amadísimo Señor Jesucristo, si no fuera por ti, mi hijo no habría podido superar tanto sufrimiento. Gracias, gracias, gracias, mil gracias, muchísimas gracias por tan inmenso amor.

Dios de mi amor, todo el conocimiento que ahora tengo es gracias a ti y a tu inmenso amor, todo el conocimiento que mi hijo tiene es gracias a tu inmenso amor y todo lo que mi hijo a superado solo pudo superarlo gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en ti confío y a ti te ofrezco todo el amor de mi corazón, mi fe, la esperanza que guardo dentro de mi corazón. A ti me aferro hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, suplicándote que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca me dejes caer. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, te ofrezco la fe de mis hijos Fabián, Andrés, y Johana y te suplico que, si esa tu santísima voluntad, por favor nunca los alejes de ti, nunca los abandones, permíteles tomarte de tu mano y nunca soltarte y sobre todas las cosas del mundo mi amadísimo señor Jesucristo por favor nunca dejes de bendecirlos con la inmensidad de tu amor y de tu protección. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

lunes, 7 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y OCHO A DIOS



Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3458.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la semana que ya paso y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que esa semana se lleve las cosas malas y se convierta en un bonito recuerdo para nuestro corazón. Eso solo puede ser posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo seños Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo esta semana que hoy comienza, y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que esta semana se maravillosamente buena gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo en tus manos encomiendo todas nuestras necesidades físicas, espirituales, emocionales y mentales y te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que todas nuestras necesidades sean cubiertas gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo la consecución del dinero que necesitamos para cubrir todas nuestras necesidades, para pagar nuestras deudas, para asegurar el techo de mis hijos y el mio propio y te suplico que, si es esa tu Santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre para que nunca nos falte ese dinero gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

domingo, 6 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y SIETE A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3457.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para proclamar te mi fe en ti, para confirmar mi esperanza en tu amor y para suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca permitas que esta fe que tú me regalas se pierda. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, creer ciegamente en ti, en tu amor, en tus bendiciones ha salvado mi vida de mil maneras y también ha salvado la vida de todos aquellos seres que me diste para amar en este mundo.

Dios de mi cielo, creer en ti mantiene viva la esperanza en mí, la confianza de en un futuro mejor, la certeza de que mis días y mis noches están completa y grandemente bendecidos por tu inmenso amor. Creer en ti me da la fortaleza para decirle al mundo que yo soy tu hija, que tú me amas como nadie puede amarme, que tú siempre estas y estarás conmigo y que nunca permitirás que nada ni nadie me haga daño.

Dios de mi corazón, creen en ti también me da la certeza de que mis hijos Fabian, Andrés y Johana, también están totalmente bendecidos por tu inmenso amor y protegidos del mal de la humanidad.

Dios de mi alma, yo te agradezco con el alma, con mi corazón y con todas las fuerzas de mi ser por bendecirme con el don de la fe, gracias por llenar mi corazón con tu inmenso amor y mi alma y mi mente con la esperanza ciega en ti. Gracias oh mi amadísimo Señor Jesucristo por el extraordinario y único milagro con el que solo tú puedes llenar el corazón del hombre, la fe.

Dios de mi vida, gracias por bendecirme con la fe, permitir que cada día yo pueda reforzar esa fe, gracias por conservar para mi esa fe y permitir que esa fe sea el eje de mi vida, creer en ti es lo único que mantiene viva la esperanza en ti, creer ciegamente en ti me produce felicidad y creer ciegamente en ti es la mejor manera de no dejarme vencer por todos los problemas humanos que a diario me aquejan. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

sábado, 5 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y SEIS A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3456.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por el enorme milagro con el que has bendecido a mi hijo menor Andrés con el conocimiento de la verdad, por abrir su mente y su corazón a la hermosa realidad que es su vida. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo.  Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarme a hablar de nuevo con mi hijo sin temor, por permitir que el volviera a escribirme sin rabia, por hacer realidad mi sueño de volver a tener una buena comunicación con él. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por perdonar de mi todos mis errores, todas mis impertinencias, todas las palabras feas que digo en momentos de rabia y esos momentos de rabia que nunca debería tener.  Gracias por perdonarme siempre y por brindarme la oportunidad de no volver a tenerlos. Te agradezco infinitamente por amarme como me amas y nunca dejar de amarme a pesar de todas mis equivocaciones. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarnos a sobrellevar las cargas humanas, cargas que, si no fuera por ti, nosotros no podríamos llevar.  Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con toda el alma por poner claridad en mi mente y en mi corazón a cerca de todo lo que sucede en mi vida y de las cosas que debo hacer para servir a otros en lugar de buscar mi bienestar. Gracias por enseñarme quien y como soy yo verdaderamente y gracias por enseñarme que debo ser mas humilde para merecer todo el amor que tu me das. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.