Buenas tardes mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 3460.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, tu eres el único que me
levanta cuando caigo, el único que conoce mi corazón a fondo, el único que conoce
la realidad de mis sentimientos, de mis emociones, de mis miedos, de todas las
cosas por las que paso y que no puedo compartir con ningún ser humano. Gracias
a ti mis momentos de dolor pasan y las angustias se van para dar paso a la
esperanza. Oh, mi amadísimo señor Jesucristo gracias por existir en mi vida y
por darme vida a través de tu existencia.
Dios de mi amor, tú eres
el único que ha podido lograr derrotar al mal, el único que ha podido lograr
cubrir con tu manto de protección y de amor a mis hijos y a mí, para que la
maldad no logre destruirnos. Ahora que gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo he descubierto que hay gente tan supremamente mala en este mundo y
que solo tu puedes alejarnos de esa gente, yo te agradezco con todo mi corazón por
este inmerecido amor que nos profesas.
Dios de mi cielo, hoy
quiero suplicarte de rodillas que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me
perdones por llorar cuando me faltan cosas materiales, en lugar de estar
inmensamente feliz con todos los dones y bendiciones que recibo de tus sagradas
manos cada día, todos los días.
Dios de mi corazón, gracias
por abrir nuestros ojos a la verdad, nuestra mente al entendimiento y nuestro corazón
a tu inmenso amor. Contigo yo lo tengo todo, sin ti yo nada soy. Gracias por extender
tu inmenso amor hasta mí, hasta mis hijos, hasta mis animales, hasta todos los
seres que me diste para amar en este mundo y hasta todos nosotros tus hijos
alrededor del universo entero.
Yo te suplico que, si es
esa tu santísima voluntad por favor mantengas a las almas buenas alejadas del
mal que asecha a la humanidad y que, si es esa tu santísima voluntad, por favor
bendigas con tu amor, compañía y protección a toda esa gente mala que hay en el
universo para que destruyas esa maldad y la conviertas en bondad por siempre y
para siempre. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Te amo mi Diosito adorado,
gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario