PAGINA PRINCIPAL

miércoles, 9 de octubre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS SESENTA A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3460.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Dios de mi vida, tu eres el único que me levanta cuando caigo, el único que conoce mi corazón a fondo, el único que conoce la realidad de mis sentimientos, de mis emociones, de mis miedos, de todas las cosas por las que paso y que no puedo compartir con ningún ser humano. Gracias a ti mis momentos de dolor pasan y las angustias se van para dar paso a la esperanza. Oh, mi amadísimo señor Jesucristo gracias por existir en mi vida y por darme vida a través de tu existencia.

Dios de mi amor, tú eres el único que ha podido lograr derrotar al mal, el único que ha podido lograr cubrir con tu manto de protección y de amor a mis hijos y a mí, para que la maldad no logre destruirnos. Ahora que gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo he descubierto que hay gente tan supremamente mala en este mundo y que solo tu puedes alejarnos de esa gente, yo te agradezco con todo mi corazón por este inmerecido amor que nos profesas.

Dios de mi cielo, hoy quiero suplicarte de rodillas que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por llorar cuando me faltan cosas materiales, en lugar de estar inmensamente feliz con todos los dones y bendiciones que recibo de tus sagradas manos cada día, todos los días.

Dios de mi corazón, gracias por abrir nuestros ojos a la verdad, nuestra mente al entendimiento y nuestro corazón a tu inmenso amor. Contigo yo lo tengo todo, sin ti yo nada soy. Gracias por extender tu inmenso amor hasta mí, hasta mis hijos, hasta mis animales, hasta todos los seres que me diste para amar en este mundo y hasta todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero.

Yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad por favor mantengas a las almas buenas alejadas del mal que asecha a la humanidad y que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas con tu amor, compañía y protección a toda esa gente mala que hay en el universo para que destruyas esa maldad y la conviertas en bondad por siempre y para siempre. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario