PAGINA PRINCIPAL

domingo, 15 de septiembre de 2024

MI CARTA TRES MIL CUATROCIENTOS TREINTA YSEIS A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3436.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida hoy quiero enfocar mis peticiones solamente en una cosa, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me des la capacidad mental de entender mejor todas las diferencias de pensamiento y acciones que yo tengo con todas las personas que me diste para amar en este mundo para poder ayudarlos en lugar de criticarlos.

Dios de mi amor, toda mi vida yo he estado a la defensiva, defendiéndome de los ataques que me hacen, entendiendo quizá mal el significado de las palabras o del tono con el que me dicen esas palabras. Toda la vida estuve pensando en que los ataques para mi eran constantes, quizá muchos de ellos si lo eran y quizá algunos de ellos no lo eran. No lo sé, ahora no logro recordar ni las palabras, ni las acciones ofensivas por parte de mi familia porque esa párate de mi memoria se ha perdido o quizá yo la enterré para siempre porque no quería recordarlas.

Lo que si se, es que ese trato que me dieron cuando era niña marcó mi mente negativamente. Apenas el día de hoy, gracias a ti y solo ti mi amadísimo señor Jesucristo he podido entender que yo soy demasiado intolerante con las diferencias y que solamente el amor que yo te tengo y la promesa de ser una mejor persona para merecer tu inmenso amor, me podrá ayudar a cambiar esa parte mala que hay en mi en aras de ser una mejor persona gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.

Dios de mi cielo, hoy quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que yo pueda convertirme en ese ser humano que tu quieres que yo sea, para que yo pueda ayudar en lugar de pedir ayuda, para que yo pueda dar en lugar de pedir y para que yo entienda mas a las personas en lugar de pedir que me entiendan a mí, porque contigo mi amadísimo señor Jesucristo yo lo tengo todo, amor, compañía, comprensión, apoyo, perdón y todas las bendiciones personales, mentales, espirituales y económicas que yo necesito. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario