Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 3417.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial. Dios de mi vida, tu eres mi fuerza, tu eres mi amor,
tu eres la luz que ilumina mi alma y mi corazón, sin ti no soy nada, sin ti
nada puedo, sin ti, nada tengo. Hoy tengo dentro de mi ser la angustia de no
poder ayudar a mi hijo como quisiera, la angustia de quedarles mal a mis hijos,
la angustia de no poder sostener a aquellos que aun dependen de mí. Tengo la
angustia de saber que estoy en la quiebra y que humanamente no tengo mas pertenencias
que mis dos gatos y mi ropa. Tengo la angustia de saber que vivo con un enemigo
que me odia, de quien dependo económicamente para casi todo. Tengo la angustia
de saber que me siento enferma y que no estoy al cien por ciento con mi energía,
pero, aun así, con todas mis angustias, mis quebrantos y todo lo que
humanamente me falta, tengo la alegría de saber que tu mi amadísimo señor Jesucristo
estas conmigo, que me amas, que nunca me abandonas, aunque yo no sea merecedora
de tu amor.
Dios de mi amor, en este
momento estoy en un estado de desesperación en el que no se que mas hacer, en
un estado en el que no se a quien mas acudir, mi hija ya no me quiere prestar más
dinero, o mejor dicho ya no puede, y tiene toda la razón, yo no le he pagado, siempre
le he quedado mal. No tengo a nadie más para pedirle dinero prestado. Solo te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes para no caer
en la desesperanza. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial.
Dios de mi cielo, aquí estoy,
completamente bloqueada sin saber que hacer o a quien acudir y te suplico que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor me ayudes a salir de esta situación.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, contigo
lo tengo todo, por favor ayúdame a no olvidarlo. Te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor me ayudes a no perder la fe, a no caer en la desesperanza,
a que no me importe si no tengo nada, porque al tenerte a ti, lo tengo todo. Te
suplico que me ayudes, que no me dejes caer. Eso solo será posible gracias a ti
y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario