Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 3401.
Pero antes que nada quiero
decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI
CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias
por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de
las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados
que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de
mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar
esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi
corazón por el enorme milagro que me has concedido de que mi hijo menor me esté
escribiendo y respondiendo a mis mensajes. Eso solo fue posible gracias a ti y
solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial. Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por
esta semana que hoy termina, en la que nos permitiste vivir y gozar de buena
salud y por la nueva que comienza. El tiempo que se va y el tiempo que viene y
del que podemos disfrutar, solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi cielo, yo te
agradezco con todo mi corazón por una nueva semana llena de amo y de
bendiciones. Tu amor y tus bendiciones solo son posibles gracias a ti y solo a
ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo te
agradezco con todo mi corazón por este día tan hermoso lleno de sol, por el
clima maravilloso, por llevarte las lluvias y el calor sofocante para
regalarnos un día perfecto de primavera. Este día solo es posible gracias a ti
y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, yo te
agradezco con todo mi corazón por el amor, la paz, la armonía, el perdón y el
tiempo en familia que nos regalas cada día, todos los días. Eso solo es posible
gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, yo te
agradezco con todo mi corazón por la posibilidad que nos brindas a todos nosotros
tus hijos alrededor del mundo entero no solo de ser tus hijos, de recibir tu amor,
de tener tu compañía, de tener tus bendiciones cada día, de estar bajo el manto
de tu protección y de tu amor, sino también por la posibilidad de existir en un
mundo maravillosamente hermoso y fantástico creado por tu amor para todos nosotros.
Todas esas maravillas solo pueden ser posibles gracias a ti y solo a ti mi amadísimo
señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.
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