PAGINA PRINCIPAL

lunes, 22 de julio de 2024

MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y UNO A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3381.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por la oportunidad que nos brindas de estar vivos, a todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Nuestra vida solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por cuidar de nosotros con tanto amor, por brindarnos la vida y también por brindarnos la muerte cuando tu consideras que ya nuestra vida en esta tierra ha terminado. Yo te confieso que aun le tengo mucho miedo a morirme, me encantaría, si fuera esa tu santísima voluntad, poder vivir muchos años más y poder cumplir mis sueños y ayudar a que mis hijos cumplan los suyos, pero que, si es esa tu santísima voluntad, yo debo aprender a agradecer la muerte en lugar de temerla. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Yo sé que, si tú creaste a la muerte, es porque tú sabes que así debemos irnos de este mundo. Te agradezco con todo mi corazón por tu inmenso amor y por estar aquí, junto a mí, cuando mi temor a la muerte me consume. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón que mi hijo menor no me haya vuelto a insultar. Para mi ese es otro gran milagro que tu me has concedido. Gracias a ti y solo a ti, mi hijo, aunque no me hable, ya no me insulta. Ya no me dice esas palabras tan feas ni esas frases tan hirientes que antes me decía. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por la vida y la salud que le regalas a mis animales, a mis gatitos Bebe y panchito, a mi tortuga Samanta y a mis plantas. Su vida y su salud solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por permitirme terminar este día de trabajo con éxito, con vida, salud y bendecida por tu compañía y por tu inmenso amor. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario