MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS CINCUENTA A DIOS

 

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3350.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si mes esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo el caso que tenemos mi hijo menor y yo con inmigración y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que, los funcionarios revisen y aprueben mi petición tan pronto como tu lo decidas mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo estos días de calor extremo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana siempre, por siempre y para siempre, para que nada nos pase a ninguno de nosotros tus hijos alrededor del universo entero, mientras pasa esta ola de calor, gracias a ti y sol a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo los días de sol, los días de lluvia, los terremotos, las inundaciones, los incendios y todos los desastres naturales y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos bendigas con tu amor, compañía y protección, en este momento, hoy, mañana y siempre, por siempre y para siempre, para que, los días de sol iluminen nuestros días, los días de lluvia alimenten a los prados, los terremotos no destruyan la naturaleza, las inundaciones no logre ahogar al mundo, los incendios no quemen a los seres humanos, ni a los animales, ni a los seres vivos y todos los desastres naturales sean contenidos por tu inmenso amor para que no logren hacernos daño a ninguno de nosotros tus hijos alrededor del mundo entero. Eso solo será posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.