PAGINA PRINCIPAL

jueves, 16 de mayo de 2024

MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS CATORCE A DIOS



Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3314.

Pero antes que nada quiero decirte gracias POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos concedas a todos nosotros larga y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, este hermoso camino que he recorrido en esta vida, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo, ha estado lleno de grandes momentos, todos esos momentos han sido bendecidos gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo.  Gracias a ti y solo a ti mi adorado padre celestial a mis casi 60 años, yo jamás he pisado una cárcel, yo jamás he sido víctima de actos horribles de violencia, yo jamás he sido herida, ni mis hijos, ni mi esposo, ni mi familia, ni ninguna de aquellas personas que me diste para amar en este mundo. Eso solo ha sido posible gracias a tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi amor, este camino que me has permitido recorrer ha sido maravillosamente hermoso, incluso en los momentos en los que he estado triste y he llorado tanto, porque todos esos momentos tristes me han traído muchas enseñanzas y gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo me han fortalecido y han afianzado mi fe en ti. Ahora, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo yo vivo más de mi fe que de mis miedos. Eso solo ha sido posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo.

Dios de mi cielo, me cada día, todos los días y durante toda mi vida tu me has bendecido con tu inmenso amor, tu me has sacado de tantos caminos incorrectos por los que yo caminaba, me has traído a este país para darme una vida mas larga y para brindarme la oportunidad de apoyar a mi familia. Yo quiero decirte que perdí mucho tiempo en darme cuenta de cuanto tiempo yo he perdido enfocando mi energía vital en cosas que realmente no tenían nada de importancia, pero, aun así, tu me has seguido perdonando, protegiendo, cuidando de mí, apoyándome sin condiciones y sobre todo amándome como me amas. Yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no tengas en cuenta todo el tiempo que he perdido, sino los días en los que me he dedicado a hacer las cosas bien. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias mía dorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario