MI CARTA TRES MIL TRESCIENTOS DIEZ Y SEIS A DIOS

 

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3316.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracia por todo, mio corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos regales a todos nosotros larga vida y salud, fisica, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por bendecirme con tu inmenso amor. Tu amor es mi energía vital, tu amor es el que me permite existir en este mundo maravilloso que tu has creado para todos nosotros tus hijos alrededor del universo entero. Tu amor, es mi oxígeno, mi motor, mi polo a tierra, lo que me mantiene fuerte para enfrentar todos los problemas que como ser humano yo me busco. Tu amor es todo para mí, mi felicidad, mi gloria, mi paz, la mejor parte de mi vida. Tener tu amor cada día es el mas grande regalo, un milagro maravilloso que nunca termina gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por ser tan extraordinariamente benévolo conmigo, por perdonar de mí, todas mis imperfecciones. Gracias por nunca abandonarme a pesar de cometer tantos errores en mi vida. Oh, mi amadísimo señor Jesucristo, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarme siempre y por ponerme en el camino correcto cuando yo me he desviado de él. Eso solo puede ser posible, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por las innumerables oportunidades que me has regalado para vivir y seguir viviendo, gracias porque me has dado una vida hermosa y tranquila, gracias porque me has bendecido con el don de la paz a través de la fe que te tengo y, sobre todo, gracias oh, mi amadísimo señor Jesucristo por permitirme creer en ti y vivir de mi fe. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por amar a mis hijos con tanto amor, por cuidar de ellos como los cuidas, por bendecirlos con el manto de tu protección y de tu amor, cada día, todos los días, por acompañarlos siempre, por sacarlos de los malos caminos y corregir su sendero cuando ellos se han equivocado al caminarlos. Gracias por nunca abandonarlos oh, mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.