MI CARTA TRES MIL DOSCIENTOS SETENTA Y CINCO A DIOS

Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3275.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón porque siempre estas con todos nosotros tus hijos alrededor del mundo entero, cuidando de nosotros, acompañándonos, protegiendo nos y bendiciéndonos con inagotable inmenso amor. Eso solo lo podemos sentir gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudar a mis hijos a superar todas sus angustias, por curar sus enfermedades de su cuerpo, de su mente y de su espíritu. Gracias por dar consuelo a su dolor y llenar su mente y si corazón con la certeza de que si vida será mejor. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por cerrar las heridas que están abiertas y permitir que esas heridas se curen por completo. Eso solo es posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. 

Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por amarme como me amas, por amarme a pesar de todo, por amarme a pesar de no servir para nada, de no aportar nada, de no haber sido capaz de educar de manera correcta a mis hijos, por no haber sido capaz de protegerlos como debí protegerlos y haber perdido su amor. Gracias por amarme a pesar de haberte quedado mal tantas veces y de no haber sido esa madre que debí ser y cumplir con la misión que tu me encomendaste cuando me regalaste esos preciosos hijos. Yo te agradezco con todo mi corazón por amarme tanto, por perdonarme siempre y por no abandonarme nunca. Gracias porque me has hecho mas hija tuya que humana y esa es la razón por la cual, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo yo puedo sentir tu inmenso amor y se feliz a pesar de que como ser humano he fallado tanto y la humanidad me ha despreciado. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.