PAGINA PRINCIPAL

miércoles, 14 de febrero de 2024

MI CARTA TRES MIL DOSCIENTOS VEINTIDOS A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3222.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tu sabes lo mal que yo me siento al sacar dinero de donde no lo tenemos para medio ayudarles a mis hijos con las cosas que necesitan, sabes también lo triste que me pone tener que elegir entre uno de ellos para enviarles el dinero y dejar al otro sin el. Sabes que entiendo perfectamente cuan duro se gana el dinero mi esposo y sabes que me gustaría, si fuera posible, yo poder sacar de mi propio dinero para no quedarnos sin el poco dinero que nos entra. Es por lo que quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me bendigas con un empleo o con la manera de hacer dinero honestamente para que yo pueda aportar mi fuerza de trabajo para la consecución conjunta de los bienes comunes que todos, los de allá y los de acá, necesitamos. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo se que llevo mucho tiempo sin empleo, que todas las obligaciones recaen sobre la espalda de mi esposo Guadalupe y que al verlo tan cansado yo me siento demasiado culpable por no ayudarle. No se si estoy buscando empleo de la manera equivocada, pero quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me abras las puertas de la economía para poder ayudar de mejor manera a mi esposo y a mi familia. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no servir para nada a pesar de tener tantos conocimientos. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi cielo, aquí estoy, aquí sigo esperando a que yo pueda encontrar la manera de hacer las cosas que debo hacer para merecer recibir todas las bendiciones que se que tu tienes para mí, pero que yo no te he permitido entregármelas. Te amo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor abras mi mente y mi corazón al entendimiento para que yo pueda saber que me hace falta para resarcirme ante ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario