PAGINA PRINCIPAL

jueves, 22 de febrero de 2024

MI CARTA TRES MIL DOSCIENTOS TREINTA A DIOS




Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3230.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, por mas que yo te diga gracias, ningún agradecimiento será suficiente para expresarte cuan grandes, espectaculares y maravillosos son los milagros que ye he recibido de tus sagradas manos durante toda mi vida y cuan feliz soy al recibirlos. Yo quiero que sepas que yo se que no me alcanzará la vida para decirte gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, mil gracias, muchísimas gracias. Te amo.

Dios de mi amor, tu sabes cuanto yo te necesito, cuanto yo te amo y cuan arrepentida estoy por todas las veces en las que te he quedado mal, las veces en las que hago las cosas que no son correctas, las veces en las que falto a cualquiera de tus mandamientos y sobre todo, las veces en las que mis palabras o mis acciones te hacen daño.

Yo quiero ser una mejor persona, ser esa hija de quien tu estes orgulloso, devolverte, aunque sea en una mínima parte el amor que tu me das. Te amo oh, mi amadísimo señor Jesucristo y me arrepiento de todo corazón por haberte fallado tanto.

Dios de mi cielo, este día y todos los días que me has regalado la valiosa oportunidad de vivir, que has hecho que goce de buena salud física, mental y espiritual y, sobre todo, que me has bendecido con tu inmenso amor, son unos tesoros que quiero conservar y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca me los quites. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias por amarme tanto, gracias por bendecirme siempre, gracias por protegerme y gracias por acompañarme. Sabes que sin ti mi vida no seria nada, mi vida ni siquiera existiría. Te amo y te necesito siempre. Por favor nunca me abandones. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Gracias por tanto amor. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario