PAGINA PRINCIPAL

domingo, 31 de diciembre de 2023

MI CARTA TRES MIL CIENTO SETENTA Y SIETE A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 3177.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, este año, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, nosotros recibimos enormes milagros, milagros que hemos recibido siempre, pero que casi nunca agradecemos. Quiero comenzar diciéndote gracias, por el milagro tan enorme que nos hiciste a mi hijo Andrés y a nuestra familia de sacarlo de ese mundo en el que se encontraba. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, gracias, gracias, gracias, por habernos salvado este ano de todas aquellas personas que nos quisieron hacer daño. Por salvarnos de los gritos, de las humillaciones, de quienes nos tiraron a la calle sin ninguna contemplación. Por salvarnos de aquellos que nos quitaron la tranquilidad, que se aprovecharon de nosotros, que nos quitaron nuestro dinero. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti, mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón, por los lugares hermosos que nos permitiste conocer y disfrutar, por los días de felicidad para mis mascotas, porque los pude sacar al sol y a caminar. Eso solo fue posible gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por habernos enviado a tantos ángeles de amor para ayudarnos. Por abrir el corazón de los clientes de mi esposo y permitir que ellos nos prestaran el dinero que necesitábamos para movernos cuando nos echaron a la calle, por abrir el corazón del trabajador de mi esposo que también nos ayudo demasiado. Gracias Dios por tanto amor. Nada de eso hubiera sido posible sin ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por tu apoyo incondicional, por tu ayuda, por tu compañía y, sobre todo, gracias por bendecirnos siempre con la grandeza de tu inmenso amor los años que ya se fueron, este año que ya se va y los años venideros. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario