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domingo, 23 de abril de 2023

MI CARTA DOS MIL NOVECIENTOS VEINTICINCO A DIOS



Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.925.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA. 

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día.  Gracias por todo mi corazón.  Gracias, gracias, gracias, mi amor.  Te amo con todas las fuerzas de mi corazón. Te amo te amo, te amo mi amor. 

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicar te que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud. Física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para continuar mis promesas de perdón y de olvido. Te lo prometo por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, yo te prometo perdonar y olvidar uno de los peores y más grandes errores que cometí en la vida. El haber llevado a un hombre a vivir con mis hijos después de separarme de su padre. Ahora ni siquiera puedo recordar porque motivo yo me fui a vivir con ese hombre, tal vez fue por los lazos familiares que nos unían, o porque necesitaba de alguien quien nos mantuviera, aunque yo era la que tenía que salir a conseguir el dinero. Quiero perdonar y olvidar los golpes recibidos, pero más que eso quiero perdonar y olvidar los golpes a los que expuse a mis hijos por parte de ese hombre agresivo a quien yo metí en nuestras vidas. Oh, mi adorado padre celestial, ese es uno de mis peores errores, porque es el que todavía ahora después de tantos estoy pagando. Te prometo perdonar y olvidar por tu inmenso amor.

Dios de mi amor, prometo perdonar y olvidar los golpes recibidos por parte de ese hombre al que yo libremente en nuestras vidas para arruinarlas completamente, lo prometo por tu inmenso amor mi amadísimo señor Jesucristo. Prometo perdonar y olvidar los golpes que esa persona les dio a mis hijos, golpes y gritos que ellos nunca olvidaron y que me costaron el odio de mis hijos. Los perdono y los olvido para que mis hijos puedan continuar con sus vidas gracias a ti y solo a ti mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, prometo perdonar y olvidar todos mis errores pasados, las personas que conocí, las personas que dejé entrar en mi vida por las razones equivocadas, las veces en las que mis hijos estuvieron en peligro a causa de mis errores. Prometo perdonar y olvidar todos los engaños y las mentiras   que dije en mi vida y que lastimaron a mis hijos, a los miembros de mi familia o a alguna persona en particular. A todas esas personas que recuerdo y a las que no recuerdo también. Te lo prometo por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana. Dios 

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