PAGINA PRINCIPAL

domingo, 19 de febrero de 2023

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS SESENTA Y DOS A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2862.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte tantas cosas. Te digo todo esto, por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, hoy, a mis 58 años quiero comenzar diciéndote, gracias, gracias, gracias, gracias por todo, gracias mil, mil gracias, muchísimas gracias, porque tu inmenso amor me permitió nacer en este mundo maravilloso creado por tus sagradas manos. Gracias por permitirme crecer y llegar a la adultez bendecida y protegida por tu inmenso amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo quiero decirte gracias, mil gracias, muchísimas gracias, gracias mil por todos los grandiosos milagros que me has permitido recibir de tus sagradas manos en mi vida. El primero y más grande milagro, es recibir tu inmenso amor a cada instante, cada segundo, cada minuto, cada hora de cada día, todos los días, desde el momento que nací y que nunca me ha faltado. Este precioso milagro que es el mayor tesoro que tengo y que me permitirás conservar hasta mi último aliento. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado.

Dios de mi cielo, yo quiero decirte que te amo con todo mi corazón, que tu amor es lo único que me da el aliento y la energía que necesito para seguir viviendo y luchando de la manera que tu permites luchar. Tu amor es mi energía vital, lo único que en realidad tiene sentido y valor en mi existencia. Te agradezco con todo mi corazón por bendecirme con tan grande amor, ese milagro maravilloso del que a diario tengo la fortuna de recibir, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, llegar hasta este punto de mi vida solo ha sido posible gracias al inmenso amor que me regalas a diario, yo te agradezco por la invaluable oportunidad de nacer, crecer, envejecer y seguir viva gracias a tu inmenso amor. Te lo agradezco desde el fondo de mi corazón mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario