PAGINA PRINCIPAL

viernes, 3 de febrero de 2023

MI CARTA DOS MIL OCHOCIENTOS CUARENTA Y SEIS A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.846.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy. 

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por haberme hecho de la manera en la que me hiciste. Gracias por mi fragilidad, porque mientras más vulnerable yo me sienta, tu más me acompañas. Gracias por mis momentos de tristeza, porque mientras más triste me sienta tu más me abrazas. Gracias por mis lágrimas de dolor, porque mientras más dolor siento, tu amor hacia mí es más grande. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón porque nunca nos abandonas. En este largo proceso por el que mi hijo menor atravesó y que nos involucró a todos los integrantes de la familia, lo único que nos salvó incluso de morir, fue tenerte a ti mi amadísimo señor Jesucristo a nuestro lado. Hoy, a mis más de 50 años puedo afirmar que es tu inmenso amor y tu adorable compañía la que nos permite vivir y conservar esta existencia maravillosa que tú nos regalaste. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias, porque cada día, en cada hora, a cada minuto en cada segundo tú estás con nosotros sin abandonarnos nunca. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con todo mi corazón por protegernos de este frío intenso, por procurar para nosotros todo lo que necesitamos para conservar el calor de nuestros cuerpos y por proteger nuestra vida aún en las peores circunstancias. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te agradezco con todo mi corazón por la calefacción que nos colocaron, porque gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo, estamos pasando estos días tan supremamente frio, libres de todo mal y peligro. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado, hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario