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lunes, 21 de noviembre de 2022

MI CARTA DOS MIL SETECIENTOS SETENTA Y DOS A DIOS



Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2.772.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO, Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco inmensamente por permitirme conseguir el dinero para regalarle la bicicleta a mi hijo menor, porque es algo que a él le hace feliz y es algo que le va a ayudar a estar mejor cada día, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, gracias porque cada día qué pasa las cosas se van mejorando sustancialmente la situación de mi hijo menor. Porque gracias a ti y solo a ti él tiene la fuerza de voluntad que necesita para mantenerse enfocado en sus deseos de no volver a fumar. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón, por bendecirme con el don de la fe y permitir que esa mi fe en ti se haga más fuerte cada día, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarme a entender que es tiempo de cambiar, de dejar ir, aunque me de miedo no tener conque mantener a mis hijos, es tiempo de dejar en libertad a alguien que no quiere estar conmigo. Dejar ir, dar libertad, dejarle el dinero a quien le pertenece, no obligar nunca más a nadie ni a hacer ni a decir las cosas que no quiere hacer ni decir solo por no tener problemas conmigo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias por ayudarme a tomar el valor que me da ser tu hija y saber que me amas, para, a partir de este momento, ya no llorar nunca más por ningún hombre. te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te agradezco con todo mi corazón por enseñarme a poner mi amor por ti por encima de todos mis sentimientos y debilidades humanas. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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