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sábado, 19 de noviembre de 2022

MI CARTA DOS MIL SETECIENTOS SETENTA A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2770.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. TE lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones, te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, como tu ya sabes, desde el momento en el que gracias a ti y solo a ti, yo llegue a este país he estado viviendo con otras personas que apenas conozco y ha sido demasiado difícil para mí. Aunque después de un tiempo aprendí a ser mas agradecida y a mirar esta situación de otra manera para no generar más conflictos de los que siempre he tenido con mi esposo, hoy, el está viendo una casita con la esperanza de que podamos mudarnos a vivir solos. Es por lo que quiero poner en tus sagradas manos la negociación de la nueva vivienda entre mi esposo y el dueño de la casa y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante y después de que se realice para que esa negociación sea exitosa gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo mi actitud frente al problema de mi hijo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, hoy, mañana y siempre para que esa actitud cambie para bien y se convierta en la actitud que tu mi amadísimo señor Jesucristo quieras que sea. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo la estabilidad emocional, física, mental, espiritual y económica de todos nosotros tus hijos alrededor del mundo entero y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección, este y todos los días, por siempre y para siempre, para que todo sea perfecto gracias a ti y solo a ti y amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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