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miércoles, 9 de noviembre de 2022

MI CARTA DOS MIL SETECIENTOS SESENTA A DIOS



Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2760.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por enseñarnos a vivir dentro de situaciones que nunca nos imaginamos estar y permitirnos recibir esas enseñanzas y aplicarlas de la manera que tú quieres mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de amor, yo te agradezco con todo mi corazón porque ahora son más los días buenos que mi hijo menor tiene que los malos, por proteger su salud mental y por ayudarle a salir del hoyo en el que se encontraba- Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco con todo mi corazón por ayudarme a mantenerme en el empleo que me regalaste, por enseñarme a tolerar las cosas que no me gustan, por enseñarme a hacer todo por amor a ti para que los momentos difíciles que me tocan a diario sean llevaderos para mí. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te agradezco con el alma por permitirme hablar más seguido con mi hijo menor, por ayudarlo a resistir todos sus momentos tristes y a superar sus debilidades gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, cada día, todos los días, yo me maravillo más con los enormes milagros que recibo y es por lo que te doy inmensas gracias porque me siento total y absolutamente bendecida por ti mi amadísimo señor Jesucristo. Dios de mi vida, gracias por este día que ya paso y por la nueva noche que llega gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, gracias por tanto amor, gracias por tu paciencia y muchas gracias porque nunca nos abandonas. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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