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viernes, 21 de octubre de 2022

MI CARTA DOS MIL SETECIENTOS CUARENTA Y UNO A DIOS



Buenas noches mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2741.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para decirte todo lo que siente mi corazón. Te agradezco de antemano por bendecirme con la grandeza de que tu mi amadísimo señor Jesucristo escuchas todo lo que yo te digo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, como tú sabes, esta semana pase momentos humanos desagradables, y los pase simple y llanamente porque sigo cometiendo muchos errores humanos. Gracias a ti y solo a ti, las cosas mejoraron y ahora sé cómo debo trabajar para que pueda conservar el empleo que tu mi amadísimo señor Jesucristo me permites tener. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por permitir que mi hijo mejor este mejorando, y aunque ahora no me hable ni yo sepa mucho acerca de cómo vive o lo que hace, lo bueno, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo yo tengo la certeza de que él está bien y que estará mejora cada día, porque tu estas cuidando de él. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por pedirte todos los días la misma cosa, aun sabiendo que no tengo necesidad de hacerlo, por llorar y desesperarme por tonterías, cuando con tigo tengo todo lo que necesito, por no ser lo suficientemente agradecida con todos los milagros que recibo de tus sagradas manos diariamente. Te lo suplico por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, hoy te doy gracias por permitirme llorar y por consolarme cuando lloro. La mejor parte de sentirme triste es que a través de tu cálido abrazo puedo recobrar la felicidad. Hoy te pido con todo mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor le permitas a mi hijo Andrés recuperar su felicidad y no volver a perderla jamás. Te lo suplico por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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