PAGINA PRINCIPAL

sábado, 17 de septiembre de 2022

MI CARTA DOS MIL SETECIENTOS SIETE A DIOS

 


Buenas tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2707.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo esta semana que ya paso, con todas las cosas que trajo para nosotros, con esos momentos de tristeza y de desesperación, que yo no hubiera sido capaz de superar si no fuera por tu inmenso amor mi amadísimo señor Jesucristo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu inmenso amor, compañía y protección, para que esos momentos ya no vuelvan a aparecer en mi vida. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo mi entendimiento para saber que es posible que esa sea la personalidad real de mi hijo menor y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección este y todos los días, para que yo sea capaz de aceptarla, tolerarla y aprender a sobrellevarla gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, en tus manos encomiendo todo mi dolor y mi sufrimiento humano cada vez que leo los insultos horribles de mi hijo, la manera como él se expresa de mí y todas las cosas que me saca en cara, las que son ciertas y las que son producto de su imaginación y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección este y todos los días para que ese dolor y ese sufrimiento sean cada vez menores gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo mi valentía para enfrentarme a mi hijo y decirle que no es correcta la manera como me trata, sin miedo a que el reaccione de peor manera y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección para que esa valentía nunca se pierda y sea más fuerte cada día, gracias a tui y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario