Buenas
tardes mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo
para ti, la carta número 2707.
Pero
antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA
PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL
ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias
por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día,
gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con
todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te
amo, mi amor.
Y para
cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por
todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también
quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar
nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos
nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma
hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de
todas nuestras peticiones. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo esta semana
que ya paso, con todas las cosas que trajo para nosotros, con esos momentos de
tristeza y de desesperación, que yo no hubiera sido capaz de superar si no
fuera por tu inmenso amor mi amadísimo señor Jesucristo y te suplico que, si es
esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu inmenso amor, compañía
y protección, para que esos momentos ya no vuelvan a aparecer en mi vida. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi amor, en tus manos encomiendo mi entendimiento para saber que es posible
que esa sea la personalidad real de mi hijo menor y te suplico que, si es esa
tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu amor, compañía y protección
este y todos los días, para que yo sea capaz de aceptarla, tolerarla y aprender
a sobrellevarla gracias a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios
de mi cielo, en tus manos encomiendo todo mi dolor y mi sufrimiento humano cada
vez que leo los insultos horribles de mi hijo, la manera como él se expresa de
mí y todas las cosas que me saca en cara, las que son ciertas y las que son
producto de su imaginación y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor los bendigas con tu amor, compañía y protección este y todos los días para
que ese dolor y ese sufrimiento sean cada vez menores gracias a ti y solo a ti
mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Dios
de mi corazón, en tus manos encomiendo mi valentía para enfrentarme a mi hijo y
decirle que no es correcta la manera como me trata, sin miedo a que el
reaccione de peor manera y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por
favor la bendigas con tu amor, compañía y protección para que esa valentía nunca
se pierda y sea más fuerte cada día, gracias a tui y solo a ti mi amadísimo señor
Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario