PAGINA PRINCIPAL

jueves, 18 de agosto de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS SETENTA Y SIETE A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2677.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Dios de mi vida, en tus manos encomiendo la lucha de Andrés en contra de todo lo malo que lo quiere alejar de la realidad y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no permitas que caiga en tentación, no permitas que lo malo lo venza, por favor cúbrelo con tu manto de amor y de protección para que nada malo lo toque, para que ya no siga consumiendo esas cosas que le hacen daño, para que el mal nunca lo toque. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo nuestra lucha contra las cosas feas que amenazan con quitarnos la paz y la tranquilidad que tú nos regalas a diario y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca te canses de luchar en nuestro lugar y nunca permitas que caigamos en desgracia. Te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca te canses de defendernos, nunca te canses de protegernos y nunca te canses de amarnos, te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca nos dejes solos y vulnerables. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca te canses de cuidar de nosotros con tanto amor, que nos des la fuerza humana para luchar en contra de todos los vicios y las malas costumbres así esas malas costumbres y esos vicios sean demasiado fuertes. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo este día y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor permitas que mi hijo Andrés se concentre y espere en la casa hasta que su prima Vanesa llegue y hasta que yo le avise que salga para la notaría. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, en tus manos encomiendo nuestros días, nuestras noches, nuestros errores y nuestros aciertos y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor repares en nuestra vida, todo lo que se encuentre mal. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario