PAGINA PRINCIPAL

domingo, 10 de julio de 2022

MI CARTA DOS MIL SEISCIENTOS TREINTA Y OCHO A DIOS



Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2638.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por llorar cada vez que mi hijo está mal, cada vez que en medio de su viaje en las drogas se pone tan agresivo y me dice cosas tan horriblemente feas. Cada vez que me cuentan que hizo esto, que hizo aquello, cada vez que se que está por ahí en la calle corriendo peligros. Y te pido perdón porque en esas ocasiones, al llorar, me estoy olvidando de que en realidad mi hijo no está solo, que el no atraviesa por todas esas cosas solo, que tu mi amadísimo señor Jesucristo estas ahí, dentro de su corazón, que estas ahí, a su lado, tomándolo de la mano para que todo lo que el hace y lo que enfrenta no le haga mas daño. Te suplico que me perdones por tu inmenso amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones porque me falta la paciencia para esperar, la fe para recibir y agradecer tus milagros y la perseverancia para mantenerme en la alegría de recibir los milagros sin dudar que todo lo que pasa, bueno, malo o regular, hace parte de tus enormes milagros. Te lo suplico por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por dudar, me perdones por desesperarme, me perdones por angustiarme y me perdones por no saber esperar tus tiempos, aun sabiendo que tus tiempos son perfectos. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no ser lo agradecida contigo que debería ser. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, perdón, perdón, perdón, por no ser esa hija que merece tanto amor, pero por favor nunca me quites tu amor, nunca me quites tu sonrisa sanadora y por favor nunca me dejes sola. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario