Buenos días mi dio Adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número dos 2641.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU
INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias
por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias,
gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón. Te amo,
te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es tu santísima
voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por
favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física, mental y
espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre
celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte
perdón. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me perdones por mi falta de fe. Dios de mi vida, yo te suplico con el
alma y con mi corazón que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me
perdones por no cumplir con la palabra de cerrar los ojos y confiar en ti y por
permitir que mis miedos y mi humanidad se ponga por encima de mi fe. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo te suplico con todo mi corazón
que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por desesperarme,
por llorar, por gritar, por ser tan desagradecida contigo. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Te lo suplico por tu amor y
te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu
santísima voluntad, por favor me perdones por ser tan débil, por dejarme caer
tan fácil, a pesar de saber que tu mi Diosito adorado me amas, me proteges y me
cobijas, de la misma manera que amas, protejas y cobijas a mis hijos y a todos
nosotros tus hijos alrededor del mundo entero. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de corazón, yo te suplico que, si es esa tu
santísima voluntad, por favor me perdones por caer tan frecuentemente en la
debilidad humana de tener muy poca fe. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor me perdones por mis constantes caídas, que son mucho mas de
las que yo quisiera. Te lo suplico por tu inmenso amor y te doy gracias y te prometo
ser mas fuerte cada día. Se que debo demostrarte con hechos las promesas que te
hago y lo voy a hacer porque te amo y porque me arrepiento con todo mi corazón por
no ser capaz de demostrarte mi fe como se debe. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que
me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario