Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2628.
Pero antes que nada quiero decirte
gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR
SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón.
Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, Dios de mi corazón y de mi alma, hoy quiero dedicar esta carta para
poner en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias mi adorado padre celestial. Dios de mi vida,
en tus manos encomiendo a mi hijo Andrés, su vida, su salud, física, mental y espiritual
y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca dejes de
bendecirlo con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de la
maravillosa vida que le permites tener, conservar y disfrutar. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, tu estas dentro de mi corazón,
tu conoces todos mis sentimientos, conoces mis defectos y conoces mis aciertos.
Tu estas también dentro del corazón de mi hijo Andrés, conoces su dolor, sus
angustias, sus debilidades y todo lo que siente y expresa, es por lo que hoy quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos bendigas con la sanación,
por los tomes todo en tus sagradas manos para que nuestra alma y nuestros
corazones puedan ser sanados y para que podamos ser felices y agradecidos con
la vida que tu nos regalas a diario. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en tus manos
encomiendo la recuperación total de mi hijo Andrés y te suplico que, si es esa
tu santísima voluntad, por favor abras su corazón y su mente a la razón, como solo
tu puedes hacerlo mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo
mi fe, mi confianza en ti, la esperanza que nunca pierdo gracias a ti y solo a
ti mi amadísimo señor Jesucristo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor las bendigas con tu amor, compañía y protección este y todos los días
para que nunca las pierda, para que se mantengan fuertes y firmes y para que
sean mas grandes y más ciegas cada día. Te lo suplico por tu inmenso amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, en tus manos
encomiendo los problemas que tenga mi hijo y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor los bendigas con tu amor, compañía y protección, este y
todos los días de la maravillosa vida que le permites tener, disfrutar y
conservar, para que todos esos problemas sean solucionados como y cuando tu
decidas mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo
lo que je has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario