Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí,
únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2543.
Pero, antes que nada, quiero decirte gracias, POR
TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias
por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias,
gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado
padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu
santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro
amor, por favor nos concedas a todos nosotros, larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
mi alma y mi corazón, hoy quiero dedicar esta para decirte gracias. Dios de mi
vida, yo te agradezco de todo corazón por permitirme obtener la ciudadanía de
este país. Gracias por este maravilloso milagro que recibí de tus sagradas
manos mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, yo te agradezco de todo
corazón, por el milagro tan grande de cuidar a mi hijo menor de si mismo, de
sus propios errores, de sus debilidades. Gracias por mantenerlo vivo y
saludable a pesar de todas sus equivocaciones. Te lo agradezco por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, gracias por la verdad, por el
amor, por la honestidad, por todos esos dones espirituales con los que bendices
a la humanidad para construir un mundo mejor cada día, todos los días, gracias
a ti y solo a ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón yo te agradezco de todo corazón
por aclararnos el panorama, por abrir nuestros oídos y nuestros ojos a la
verdad. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, gracias por las nuevas
oportunidades, por la nueva vida, porque definitivamente tú la vives por
nosotros para que alcancemos la verdadera felicidad. Te lo suplico por tu amor
y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, gracias por poner dentro del corazón
de cada ser humano sentimientos de bondad, de perdón, de reconciliación.
Gracias por enseñarnos a todos nosotros tus hijos alrededor del mundo entero a
practicar el don del perdón y del olvido. Gracias por enriquecer nuestro espíritu
con el don de la fe, que es lo único que mantiene viva la esperanza de un
futuro mejor disfrutando a plenitud de ese tu inmenso amor. Todo gracias a ti y
solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que
me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario