PAGINA PRINCIPAL

martes, 22 de febrero de 2022

MI CARTA DOS MIL QUINIENTOS A DIOS


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2500.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón, gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para pedirte perdón. Dios de mi vida, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por las peleas que he tenido todos estos días con mis hijos. Ellos dicen que mis palabras los lastiman demasiado, que toda la vida los maltraté psicológicamente, y yo siento dentro de mi corazón que eso no es verdad. Sin embargo, tu mi Diosito adorado eres el único que sabe si yo cometí ese error tan grande y si es así, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones. Te lo suplico por todos los errores cometidos con mis hijos, por las palabras hirientes que les dije y que nunca me pudieron perdonar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por las heridas que cause, por haber lastimado tanto, por haber dañado tanto y por no haber sido una persona buena durante mucho tiempo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por los sentimientos de rabia que me producen las palabras hirientes de mis hijos y por no saber calmarme para no responder hiriéndolos más. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no cumplirte la promesa de quedarme callada cuando me parece que las cosas no están bien y por tomar en mis manos la misión de enseñar y de educar a mis hijos, ahora que ya no es tiempo de hacerlo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por ponerme a llorar y sentirme mal cuando peleo con mis hijos, en lugar de estar feliz y agradecida porque tu mi Diosito adorado me das tanto amor, me mantienes viva, firme y de pie a pesar de todo lo malo. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario