Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente
gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2485.
Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU
INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE
ADORADO Y PRO CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias
por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias,
gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas promesas que
te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima
voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor
nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo,
mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi
vida, yo te agradezco de todo corazón por conservar nuestra salud por encima de
todas las pandemias, enfermedades y padecimientos que nosotros los seres
humanos hemos desarrollado por nuestra falta de amor a la perfección que tu mi Diosito
adorado nos has regalado a todos nosotros tus hijos alrededor del mundo entero.
Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por
el sol, la lluvia, la nieve, el frio y el calor, porque todas esas maravillas
tu las has creado con un propósito, el bien de toda la humanidad. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, gracias por la energía vita con
la que revistes al mundo, por esa energía que nos permite levantarnos cada día y
hacer todas las cosas que tenemos que hacer. Te lo agradezco por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, gracias por las ilusiones, por
las esperanzas, por los nuevos proyectos que nos permites tener, conservar y
hacer realidad, gracias a ti y solo a ti mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, gracias por acompañarnos a todos
nosotros tus hijos en el camino por la vida, por esa vida que proviene de tu
amor y que tan amorosamente nos permites tener, conservar y disfrutar. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, gracias por amarnos tanto. En
realidad, gracias a ti y solo a ti mi Diosito adorado, yo puedo sentir ese tu
inmenso amor a cada instante de mi existencia, cuando lloro, cuando rio, cuando
estoy triste, cuando estoy feliz. En mis peores momentos y también en los
peores. Tu mi Diosito adorado me permites sentir ese amor a cada instante, en
todo momento, en cada lugar, todos los días, para toda la eternidad y por eso
te doy gracias, mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo agradezco inmensamente mi
adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que
me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario