MI CARTA DOS MIL CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CINCO A DIOS

 

Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2455.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, como siempre comienzo diciéndote que no tengo palabras para agradecerte suficientemente por todos los favores recibidos de tus sagradas manos a lo largo de mi existencia. Hoy quiero decirte gracias, por amarnos tanto. Gracias por cuidar de mis hijos, de mis hermanos y hermanas, de mi esposo, de mis animales y de mi misma. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco de todo corazón por ayudarle a mi hijo menor Andrés Felipe, a mejorar ese dolor que lo aqueja. Gracias por ayudarlo par que ese dolor que tiene sea llevadero y gracias por ayudarlo a disfrutar de unas vacaciones de calidad. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo corazón por abrir nuestras conciencias, por permitirnos aprender a escuchar, comprender y seguir todo lo que nos enseñas a través de tus palabras. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias por cubrir este mundo con la divina protección de tu inmenso amor. Te lo agradezco por tu amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi alma, yo te agradezco con todo mi corazón por cuidar y preservar la salud de mi hermano Leonardo, por enfrentar en su lugar todas las enfermedades, por mantenerlo fuerte para que pueda trabajar para la familia que tu amor le regaló. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, gracias, gracias, gracias, mi amor, por todas las cosas buenas que me regalas cada día todos los días, por mejorar todo lo que esta malo en mi vida, por ayudarme a cambiar, por ayudarme a escuchar y sobre todo por ayudarme a entender y asimilar todo lo que tu mi Diosito adorado me quieres decir. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.