PAGINA PRINCIPAL

jueves, 13 de enero de 2022

MI CARTA DOS MIL CUATROCIENTOS SESENTA A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2460.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner en tus sagradas manos el destino de todos mis temores. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, tú eres el único que sabe en realidad cual es la verdadera situación de mi hijo menor, sabes lo que atraviesa, las cosas que hace y las que no. Es por lo que hoy, quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, por favor recibas en tus sagradas manos el miedo que me da el creer que mi hijo este perdido en el abismo de las drogas, porque yo sé, que estando en tus manos ese mi miedo va a desaparecer y porque yo se mi Diosito adorado que tú, eres el único que puede lograr que mi hijo salga de donde se encuentra, que mi hijo se salve incluso de los peores peligros. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, en tus manos encomiendo el temor que me produce entrar a casas o edificios desconocidos debido a mi marcapasos y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor lo tomes en tus sagradas manos, porque se, que estando en tus manos, ese temor desaparece para siempre de mi vida y porque se, que este donde yo este, tu mi Diosito adorado siempre me protegerás de todo mal y peligro. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por olvidarme de escribir tu carta. Lo siento mucho. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, en tus manos encomiendo todos mis miedos, mis temores, los miedos y temores de todos los seres que me diste para amar en este mundo. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos ayudes a superar todos los problemas que ahora tenemos. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario