Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2438.
Pero antes que nada quiero decirte
gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR
SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi
corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi
corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he
cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios
de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios
de mi vida, yo te agradezco con todo mi corazón por la paciencia que pones en
unos para soportar las agresiones de otros. Te lo agradezco por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial. Dios de mi amor, gracias por ayudarme para que la
discusión que tuve con mi esposo el día de ayer no escalara a consecuencias
graves. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo te agradezco de todo
corazón porque, aunque aún me falta mucho para aprender a resolver mis
conflictos de una mejor manera, gracias a ti y solo a ti, aunque discuta, he
conseguido calmarme rápidamente. Eso es solo gracias a que tu mi Diosito
adorado estas peleando mis batallas a mi nombre y esa es la única razón por la
que yo puedo lograr poner el amor por encima del odio. Te lo agradezco por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, se que nunca podre
agradecerte suficientemente por ese tu inmenso amor que recibo de tus sagradas
manos cada día, todos los días, pero te agradezco de todo corazón por
permitirme sentir ese tu inmenso amor, vivir en ese tu inmenso amor y sobre
todo, nunca perder, ese tu inmenso amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi alma, gracias, gracias,
gracias, por este nuevo día que me regalas, por el día de ayer que gracias a ti
ya se fue llevándose consigo las cosas negativas, gracias por una nueva
oportunidad de vivir y estar saludable. Te agradezco todas estas cosas por tu
inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, gracias por estar
aquí, junto a nosotros en este mundo de amor que creaste para todos tus hijos
alrededor del universo entero, gracias por quedarte con nosotros, por
permanecer con nosotros, porque nunca nos abandonas y, sobre todo, porque nos
bendices con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de nuestra
maravillosa vida, por siempre y para siempre. Te agradezco todas estas cosas
por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por
todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario