Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2422.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo mi amor.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones
con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida
y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
decirte gracias. Gracias por bendecirnos a todos nosotros tus hijos alrededor
del universo con la grandeza de tu inmenso amor y cuidar de nuestra vida y
nuestra salud con tanta dedicación y amor. Te lo agradezco por tu inmenso amor
mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo
te agradezco con todo mi corazón por todas las cosas que pasaron durante la
semana que ya se fue, por las cosas que dejamos atrás, por las cosas que perdimos,
por las nuevas cosas que adquirimos, por los conocimientos adquiridos y por las
experiencias bonitas y feas que nos enriquecieron a todos gracias a tu y solo a
ti mi amadísimo señor Jesucristo. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, yo
te agradezco de todo corazón por permitir el viaje a España de mi hermana menor
Elisa, por bendecirla con tu amor, compañía y protección por siempre y para
siempre. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo
te agradezco infinitamente por vivir dentro de mi corazón, de mi mente, de mi razón,
por actuar en mi lugar cuando ves que mis acciones no van a ser las que tu
quieres que sean. Por ayudarme a pensar mejor y a calmarme pronto, cuando mis
miedos, mis malas costumbres humanas aparecen para hacerme daño. Te lo
agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, gracias
por amarme tanto, por entenderme tanto, por perdonarme tanto, por arroparme
siempre y por nunca dejarme sola. Te agradezco todas estas cosas por tu inmenso
amor mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, gracias por la noche que
gracias a ti paso y por este nuevo día maravillosamente hermoso que nos regalas
hoy. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario