PAGINA PRINCIPAL

sábado, 18 de diciembre de 2021

MI CARTA DOS MIL CUATROCIENTOS TREINTA Y CUATRO A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2434.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, yo te agradezco de todo corazón, con mi alma y con todo lo que tengo por estar conmigo siempre, por bendecirme con tu inmenso amor, compañía y protección antes, durante y después de que asistí a esa cita médica que me producía tanto temor.  Gracias por estar ahí, junto a mí, dándome el valor para pasar por ese momento de pánico, gracias por estar dentro de mi corazón y por tomarme de la mano sin soltarme ni un segundo mientras duró la cita. Te agradezco todas esas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, yo te agradezco con todo mi corazón por permitirme vivir y estar saludable. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por cuidar de mis hijos con tanto amor y cariño. Gracias por protegerlos incluso en contra de sus propias decisiones. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi corazón, gracias por tan inmerecido amor. Gracias por perdonar en mi tanto miedo, gracias por llegar en mi auxilio cuando mis debilidades humanas se quieren apoderar de mi y sobre todo mi Diosito adorado, gracias por ayudarme a que prevalezca en mí, por encima de mis debilidades, mi fe en ti. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por tanto amor, gracias por tanta bondad, gracias por tu perdón, gracias por tu compañía, gracias por estar dentro de mi corazón, por permanecer ahí siempre y porque nunca me dejas ni me dejarás sola. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi alma, en tus manos encomiendo este y todos los días de nuestra maravillosa vida y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nos bendigas con tu amor, compañía y protección por siempre y para siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario