Buenos días mi Diosito adorado, hoy
estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2434.
Pero antes que nada quiero decirte gracias,
POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI
PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias por la
salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón.
Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi
adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con una de las tantas
promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido
hasta hoy.
Y también quiero suplicarte que, si es
esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y
puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física,
mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de
mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de
mi vida, yo te agradezco de todo corazón, con mi alma y con todo lo que tengo
por estar conmigo siempre, por bendecirme con tu inmenso amor, compañía y protección
antes, durante y después de que asistí a esa cita médica que me producía tanto
temor. Gracias por estar ahí, junto a mí,
dándome el valor para pasar por ese momento de pánico, gracias por estar dentro
de mi corazón y por tomarme de la mano sin soltarme ni un segundo mientras duró
la cita. Te agradezco todas esas cosas por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi amor, yo te agradezco con
todo mi corazón por permitirme vivir y estar saludable. Te lo suplico por tu
amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, gracias por cuidar de
mis hijos con tanto amor y cariño. Gracias por protegerlos incluso en contra de
sus propias decisiones. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre
celestial.
Dios de mi corazón, gracias por tan
inmerecido amor. Gracias por perdonar en mi tanto miedo, gracias por llegar en
mi auxilio cuando mis debilidades humanas se quieren apoderar de mi y sobre
todo mi Diosito adorado, gracias por ayudarme a que prevalezca en mí, por
encima de mis debilidades, mi fe en ti. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi
adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, gracias por tanto
amor, gracias por tanta bondad, gracias por tu perdón, gracias por tu compañía,
gracias por estar dentro de mi corazón, por permanecer ahí siempre y porque nunca
me dejas ni me dejarás sola. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado
padre celestial. Dios de mi alma, en tus manos encomiendo este y todos los días
de nuestra maravillosa vida y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor nos bendigas con tu amor, compañía y protección por siempre y para
siempre. Te lo suplico por tu amor y te doy inmensas gracias, mi adorado padre
celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario