Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2406.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial. Te amo, te amo, te amo, mi amor.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, demás de llenar nuestros
corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros
larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te
doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para
pedirte perdón. Dios de mi vida, te suplico que, si es esa tu santísima voluntad,
por favor me perdones poque hasta ahora me ha sido muy difícil cargar esta pequeña
cruz. Me ha sido muy difícil no caer en las provocaciones de mi esposo, mi ha
sido muy difícil entender ese mal genio que el mantiene, me ha sido muy difícil
quedarme callada ante los insultos, me ha sido muy difícil dejar de preguntar
todas las dudas que tengo y me ha sido muy difícil comprender las palabras que
mi esposo siempre me repite, es lo que hay, si le gusta así, sino váyase. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Hoy quiero suplicarte
que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no poder pasar
esta prueba a pesar de que saber que no es tan difícil y que tu no me das
ninguna carga que yo no pueda soportar. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, yo
se que debo cambiar y que ya estoy muy demorada en lograr ese cambio, pero te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones por no
haberlo logrado aun. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi cielo, yo
te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me perdones porque
me duele que las personas me odien o me maltraten, en lugar de estar feliz
porque tengo tu inmenso amor. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor no te enojes
conmigo por esta mi debilidad y por favor nunca te canses de ayudarme a cambiar.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de
mi alma, yo te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor bendigas
con tu amor, compañía y protección a mi esposo Guadalupe, este donde este y con
quien este. Tú sabes que, aunque muchas veces me da rabia por la forma tan
despectiva en la que el me trata, yo siempre le deseo lo mejor. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, te prometo
trabajar mas duro para lograr ese cambio que necesito para ser una mejor hija para
ti mi amadísimo Señor Jesucristo.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario