Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2371.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA
HIJA TUYA.
Gracias por la vida, gracias
por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo,
mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de
mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero
suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones
con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida
y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner
en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en
tus manos encomiendo a mi hijo Fabian y su compañera de vida Daniela y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas con tu
amor, compañía y protección antes durante y después de su estadía en México. Te
lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en
tus manos encomiendo a todos nosotros tus hijos alrededor del universo y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor nunca nos quites tu
amor, tu compañía y tu protección. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en
tus manos encomiendo mi aplicación para la Ciudadanía Estadounidense y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu
amor, compañía y protección, antes, durante y después de obtenerla. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón, yo
te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor me des la
inteligencia que necesito para llenar los formularios, para reunir los
documentos, para realizar todos los pasos necesarios y salir airosa en todo
este proceso de Ciudadanía. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado
padre celestial.
Dios de mi alma, en
tus manos encomiendo mis ideas para conseguir una manera de ser autosuficiente económicamente
y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor la bendigas con tu
amor, compañía y protección, este y todos los días de mi maravillosa vida. Te
lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi
vida, en tus manos encomiendo todas mis emociones, sentimientos y acciones y te
suplico que, si es esa tu santísima voluntad, todas ellas estén siempre
encaminadas a demostrarte cuanto yo te amo mi amadísimo Señor Jesucristo. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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