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miércoles, 29 de septiembre de 2021

MI CARTA DOS MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO A DIOS

 


Buenos días mi Diosito adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta número 2354.

Pero antes que nada quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER LLAMADA HIJA TUYA.

Gracias por la vida, gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por todo, mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.

Y para cumplir con una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los pecados que he cometido hasta hoy.

Y también quiero suplicarte que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.

Dios de mi vida, Dios de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para decirte gracias. Dios de mi vida, cada día que me permites existir en este mundo maravilloso que creaste con tanto amor para todos nosotros tus hijos, es un nuevo milagro para mí. Es una nueva oportunidad para dejar atrás mis miedos, mis errores, las cosas negativas que a veces rondan mi mente y enfocarme en lo único bueno y extraordinario que significa ser tu hija oh, mi adorado padre celestial.

Cada nueva mañana bendecida con la luz de tu amor, es una bendición que recibo de tus sagradas manos oh, mi adorado padre celestial.

Hoy quiero decirte gracias, por ser el centro de mi existencia, por ser lo único verdaderamente valioso en mi vida, por ser mi más grande y único tesoro. Gracias por dignificar mi ser. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi amor, quiero agradecerte por todos los animales que me has permitido conocer a lo largo de mi existencia, por los que ya no están conmigo y por los que aun conservo. Esas pequeñas criaturas que están llenas de toda la ternura, el amor y la compañía que tu les das, siguen siendo para mí, esos ángeles que tu mi Diosito adorado dejas en la tierra para acompañar a los seres humanos, que no tienen voz pero que dicen mucho con su mirada. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Dios de mi cielo, gracias por darnos todo lo que necesitamos para vivir felices en este mundo maravilloso, gracias por hacer posible todo en nuestras vidas, incluso las cosas que a los ojos humanos parecen imposibles. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial. Dios de mi corazón gracias por cuidarnos con tanto amor y cariño y sin importar nada, tu sigues con nosotros, existiendo dentro de nuestros corazones, llenando nuestras vidas de absoluta felicidad. Te lo agradezco por tu inmenso amor mi adorado padre celestial.

Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.

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