Buenos días mi Diosito
adorado, hoy estoy aquí, únicamente gracias a ti, escribiendo para ti, la carta
número 2352.
Pero antes que nada
quiero decirte gracias, POR TU INMENSO AMOR, POR TU DIVINA PRESENCIA DENTRO DE
MI CORAZÓN, POR SER MI PADRE ADORADO Y POR CONCEDERME EL ENORME HONOR DE SER
LLAMADA HIJA TUYA.
Gracias por la vida,
gracias por la salud, gracias por regalarnos la luz de un nuevo día, gracias por
todo mi corazón. Gracias, gracias, gracias, mi amor. Te amo con todas las
fuerzas de mi corazón mi adorado padre celestial.
Y para cumplir con
una de las tantas promesas que te hice, quiero pedirte perdón por todos los
pecados que he cometido hasta hoy.
Y también quiero suplicarte
que, si es esa tu santísima voluntad, además de llenar nuestros corazones con
tu inmenso y puro amor, por favor nos concedas a todos nosotros larga vida y
salud, física, mental y espiritual. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias,
mi adorado padre celestial.
Dios de mi vida, Dios
de mi amor, Dios de mi cielo, mi corazón, hoy quiero dedicar esta carta para poner
en tus sagradas manos el destino de todas nuestras peticiones. Te lo suplico
por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial. Dios de mi vida, en
tus manos encomiendo a mi esposo Guadalupe y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección, antes, durante
y después de su regreso a casa del trabajo. Este y todos los días de su
maravillosa vida. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi amor, en
tus manos encomiendo el destino laboral de mi hijo menor Andrés y te suplico que,
si es esa tu santísima voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección,
que bendigas el empleo que tiene para que le acepten su propuesta y le bendigas
el nuevo que gracias a ti y solo a ti mi Diosito adorado, consiguió, para que tenga
el éxito que tu le concedas. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi
adorado padre celestial.
Dios de mi cielo, en
tus manos encomiendo mi destino laboral y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor lo bendigas con tu amor, compañía y protección. Te lo
suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi corazón,
en tus manos encomiendo a mi hermana Elisabeth, a su hija Manuela, a sus demás hijos
y a su esposo y te suplico que, si es esa tu santísima voluntad, por favor los bendigas
con tu amor, compañía y protección, este y todos los días de su maravillosa
vida. Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Dios de mi alma, en
tus manos encomiendo a mi hijo Fabian, y te suplico que, si es esa tu santísima
voluntad, por favor bendigas al mundo entero con tu amor, compañía y protección,
este y todos los días de nuestra maravillosa vida, por siempre y para siempre.
Te lo suplico por tu amor y te doy gracias, mi adorado padre celestial.
Te amo mi Diosito adorado, gracias por todo lo que me has dado. Hasta mañana.
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